Cuerpo en Construcción

Mi cuerpo… ya comenzamos a tomar posesión de aquello que nos era tan extraño en un comienzo… primer objeto que poseo, que escudriño, que manipulo…pero también, objeto por medio del cual se realizan las primeras relaciones de poder de nuestra nueva vida, la social. Lucha entre lo mío y lo otro, entre ese yo naciente y su entorno… el yo, primera construcción psíquica que nos permitirá relacionarnos con nosotros mismos y con nuestra realidad, ésta también construcción psíquica primordial para encontrar un espacio en nuestro mundo material. Paradójicamente, es el afuera el que condiciona mi construcción interior personal, mi relación conmigo mismo… el otro me permite construir el yo, es decir, es una construcción que no nace de mi esencia, de mi ser, de aquello que se va olvidando con el paso del tiempo en nuestra vida biológica y psíquica debajo de capas y capas de acumulación de información sensorial e intelectual, hundiendo en una oscuridad profunda nuestra verdad, nuestro ser, lo que realmente somos. Cortamos la comunicación con ese flujo constante y perpetuo de la conciencia universal, humana… cada vez más individual y egoísta se torna nuestra personalidad, y construimos a nuestro cuerpo como el primer límite, como algo aislado, aparte de nuestro ser, hasta de nuestra psique…

Construcción y creación… ambos conceptos se ven involucrados en la consolidación del cuerpo como instrumento por medio del cual nuestro ser fluye… cuando terminamos de construir nuestra identidad con el cuerpo, como seres humanos, contamos con la posibilidad de crear también ese cuerpo… por medio de la transformación física o psíquica.

El egoísmo… esa característica entre muchas otras, que nos hacen humanos… pero no puede ser de otra manera, ya que en lo primero que debo pensar es en mi existencia, en como perpetuarla, ya que debo seguir siendo… una vez me he construido corporal y psíquicamente, debo perpetuar eso que soy en el espacio-tiempo…mi primer deber como ser existente es seguir existiendo, tanto es así que hasta las leyes humanas me permiten el robar y el asesinar si está en peligro mi existencia. La civilización nos ha permitido lograr cierta seguridad en cuanto a la supervivencia, ya que tenemos alguna certeza de poder contar con lo necesario para poder vivir: alimento, agua, vivienda, familia, trabajo…dignidad… o al menos eso es lo que creemos, aunque en este proceso de civilidad nos hayamos convertido en esclavos felices.


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